Vírus del papiloma humano (VPH). Verrugas genitales

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INFORMACIÓN PRELIMINAR

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El virus del papiloma humano (VPH) es el nombre de un grupo de virus común. Hay más de 100 tipos diferentes del VPH. Ciertos tipos de HPV causan verrugas en las manos, los pies o los genitales (pene o vagina), y se llaman “bajo riego”. Los tipos del VPH que causan verrugas que se pueden ver en los genitales (vulva, vagina, pene o los testículos) o en el ano (trasero) son diferentes a los que causan verrugas en las manos y los pies. Hay otros tipos, que se llaman “alto riesgo.” que pueden crear células anormales (que cambian y no son saludables) en el cérvix o en el ano, y en algunos casos, pueden desarrollar cáncer después de muchos años sin tratamiento.

El VPH es normalmente transmitida por contacto directo de piel a piel durante el sexo vaginal, oral o anal con una pareja que tiene el virus. VPH puede infectar cualquier persona que está sexualmente activa.

Una persona puede que no sepa enseguida o hasta nunca, si se ha infectado con el VPH. Y a muchas personas que tienen el HPV nunca les aparecen las verrugas ni ningún cambio de las células en el cérvix o el ano. Es diferente para cada persona.

Síntomas

Muchas veces el VPH no resulta en ninguna síntoma. Algunas personas sabrán que tienen VPH cuando ven verrugas o piel elevada (como un granito sin pus u “ojo de pescado”) dentro de o en sus genitales o los genitales de su pareja. Una mujer sabrán que tiene el VPH de “alto riesgo” si el resultado de su Papanicolaou es anormal. Un Papanicolaou anormal puede ser la primera señal para la mujer que el VPH está presente-pero esto NO es una prueba directa para el VPH.

Tratamiento

No hay cura para el VPH pero las verrugas y otros cambios de células causados por el virus se pueden tratar. Los expertos no están de acuerdo en cuanto a si el virus desaparece por completo, o si lo que pasa es que se suprime (se controla) tanto por el sistema inmunológico (las defensas del cuerpo) que no se detecta ni con pruebas muy sensibles.

La mayoría de las personas con el VPH no tienen problemas con el virus porque las defensas de su cuerpo controlan el virus y esto previene que se convierta en un problema. El VPH sí se puede tratar y se puede controlar si se desarrollan síntomas.

Debes de ir a un médico o una clínica si:

  • Notas cambios en tu piel como granitos sin pus o la piel elevada en o cerca del pene, la vagina, la vulva, el ano, los testículos o el área donde la pierna se une con el torso (“groin” en inglés).
  • Tu pareja te dice que tiene VPH genital o verrugas genitales.
  • Eres hembra y estás activa sexualmente (tienes sexo). Las mujeres que están teniendo sexo deben de hacerse un examen de la pelvis, un Papanicolaou y hacerse pruebas para las enfermedades transmitidas sexualmente.
  • Si eres varón y estás activo sexualmente (tienes sexo) debes hacerte un examen físico cada año y hacerte pruebas para las enfermedades transmitidas sexualmente.

Vacuna para el VPH

La vacuna contra el VPH Gardasil-9® previene la infección con nueve tipos de VPH asociados con cánceres de cuello uterino y las verrugas genitales. Lo mejor es vacunarse contra el VPH antes de empezar a tener relaciones sexuales.

La vacuna se administra en tres dosis. Una vez de recibir la primera dosis, necesitará aplicarse la segunda 2 meses después. La tercera dosis debe ser aplicada 6 meses después de la primera.

En Octubre de 2016, la FDA aprobó una pauta de dos dosis de la vacuna Gardasil-9® para machos y hembras de 9-14 años de edad, en lugar del régimen de tres dosis. Las investigaciones han demostrado que la respuesta de anticuerpos generada con el régimen de dos dosis no es inferior a la observada con tres dosis. Después de la decisión de la FDA, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) cambió su recomendación, y recomineda el régimen de dos dosis para todos los niños de 11 y 12 años. CDC dijó que la reducción del número de dosis y visitas a la clínica hace que sea más conveniente para los padres protejan a sus hijos.

La vacuna contra el VPH no protege contra todos los tipos del virus. Las mujeres que reciben la vacuna contra el VPH aún necesitan tener exámenes regulares de Papanicolaou siguiendo la recomendación de su médico. Se están realizando investigaciones para ver si las vacunas pueden proteger contra otros tipos de cáncer causados por el VPH (como el cáncer de pene, ano, cabeza o cuello). Los expertos esperan que la vacuna también vaya a servir en proteger contra estas otras enfermedades.

Lee más sobre las verrugas genitales y el VPH

http://es.thehpvtest.com/ 

 

Tenga presente los siguientes datos:

  • Infecciones de VPH son muy comunes, llegando a afectar hasta un 80 por ciento de las mujeres de hasta 50 años de edad.
  • El VPH como tal no es una enfermedad. La mayor parte de las infecciones desaparecen o son suprimidas por el cuerpo, sin causar ningún síntoma o efectos sobre la salud. 
  •  Los tipos del VPH que causan las verrugas no causan cáncer.
  • Sin embargo, no se sabe por cuánto tiempo una persona puede transmitir el VPH después de que hayan desaparecido las verrugas
  •  No hay tratamiento para el HPV como tal, sólo para las células anormales que se pueden formar si una infección se convierte en una de larga duración.  No existe un tratamiento específico para el VPH, pero hay tratamientos para los problemas de salud que causa.
  •  Al presente no hay prueba de VPH para hombres, y es imposible saber quién la contagió o cuando. No, no hay en la actualidad una prueba para detectar el VPH en los hombres que esté aprobada.
  •  Investigaciones médicas sugieren que después de haber tenido un tipo particular del VPH, uno se hace inmune a él y no se puede reinfectar de nuevo con ese mismo tipo de virus. 
  • Tenga en cuenta, qué corren un mayor riesgo a las infecciones o enfermedades, las personas cuyos sistemas inmunológicos estén debilitados, como por ejemplo debido al VIH/SIDA, etcétera.

 

 

+INFORMACIÓN

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Verrugas genitales

 

Las verrugas genitales son ocasionadas por un agente llamado virus del papiloma humano (vph). La aplicación de tecnología recientemente desarrollada ha permitido la identificación de más de 100 tipos de vph, de los cuales cerca de la mitad causa infecciones genitales (Centros para el Control de Enfermedades, 2006f ).

 

Incidencia y transmisión

 

La incidencia de las infecciones de vph se ha incrementado tan rápidamente en ambos sexos que esta enfermedad ha alcanzado proporciones epidémicas en años recientes. Ahora es una de las its más comunes en Norteamérica (Steinbrook, 2006; Kahn y Hillard, 2006). Se estima que al menos 15% de los estadounidenses está infectado y que cada año ocurren más de 6 millones de nuevos casos (Centros para el Control de Enfermedades, 2006f; Steinbrook, 2006). El vph se transmite principalmente mediante interacción sexual vaginal, anal, oral u oral-genital (Bailey y Cymet, 2006). Incluso los condones, que reducen considerablemente la transmisión de muchas infecciones bacterianas y virales, están lejos de ser una medida preventiva ideal para el vph, porque el virus a menudo está presente en la piel que no cubre el condón (Gilbert y colaboradores, 2003). Aunque los preservativos proporcionan alguna protección, no impiden la transmisión de infecciones virales en la vulva, la base del pene, el escroto y ninguna otra área genital que no cubra el látex (Choma, 2003).

Las infecciones de vph subclínicas o asintomáticas son muy comunes, y la liberación y transmisión del virus puede ocurrir durante periodos asintomáticos de la infección (Centros para el Control de Enfermedades, 2006f; Richardson y colaboradores, 2000). De hecho, el vph es transmitido con más frecuencia por individuos asintomáticos (Strand y colaboradores, 1997).

 

Síntomas y complicaciones

 

La mayoría de las personas que tienen infecciones genitales de vph no desarrolla síntomas visibles y por lo tanto no se da cuenta de que está infectada (Centros para el Control de Enfermedades, 2006f ). Las verrugas visibles, que tienen un periodo de incubación promedio de aproximadamente tres meses, pueden aparecer de tres a ocho meses después del contacto con una persona infectada.

En las mujeres, las verrugas genitales suelen aparecer en la parte inferior de la abertura vaginal. También pueden brotar en el perineo, los labios vaginales, las paredes internas de la vagina y en el cérvix. En los hombres suelen aparecer en el glande, el prepucio o el tronco del pene ( figura 15.5). Se presentan también en el ano de ambos sexos. En áreas húmedas (como la abertura vaginal y debajo del prepucio), son rosadas o rojizas, suaves y con forma de colifl or. En áreas de piel seca por lo general son duras y amarillo-grisáceas.

Por lo general, un sistema inmunológico saludable elimina el virus, y la mayoría de las personas infectadas pero con una respuesta inmunológica efectiva se volverán vph-negativos en un periodo de seis a 24 meses después de la prueba positiva inicial.

Sin embargo, no está claro si el virus es erradicado o simplemente suprimido a niveles imperceptibles (Choma, 2003; Wright y Schiffman, 2003).

En ocasiones las verrugas genitales provocan serias complicaciones. Pueden invadir la uretra, ocasionando obstrucción urinaria y sangrado. Las investigaciones también han revelado una asociación entre el vph y los cánceres de cérvix, vagina, vulva, uretra, pene y ano (Brown y colaboradores, 2005; Centros para el Control de Enfermedades, 2006f ). Los tipos 6 y 11 del vph están vinculados con los cánceres de genitales y ano, mientras que los tipos 16 y 18 se asocian más a menudo con el desarrollo

de cáncer cervicouterino (Bailey y Cymet, 2006; Kahn y Hillard, 2006). Evidencias recientes indican que las infecciones de vph representan 85-90% del riesgo de desarrollar cáncer cervicouterino, que es el segundo cáncer más común diagnosticado en mujeres de todo el mundo y la principal causa de muerte por cáncer en las de países del primer mundo (Kahan y Hillard, 2006). No se sabe si el vph ocasiona estos cánceres genitales y de cérvix por sí solo o sumado a otros cofactores, como otras infecciones, tabaquismo, inmunodefi ciencia, embarazo, el uso de anticonceptivos orales y mala nutrición (Donovan, 2004; Gilbert y colaboradores, 2003). En realidad, actualmente hay poco riesgo de que una mujer infectada desarrolle cáncer cervicouterino, a menos que no se detecte el virus y no reciba tratamiento (Centros para el Control de Enfermedades, 2006f ). Esta es la razón por la que practicarse un Papanicolaou de manera regular, recibir un tratamiento complementario y dar seguimiento a las lesiones precancerosas son esenciales para evitar que la mayoría de las mujeres desarrolle cáncer cervicouterino (Choma, 2003; Kahn y Hillard, 2006).

Otra rara pero seria complicación del vph es que las mujeres embarazadas infectadas pueden transmitir el virus a sus bebés durante el parto (Rintala y colaboradores, 2005). Los niños infectados pueden desarrollar una condición conocida como papilomatosis respiratoria, que es el resultado de la infección de vph en sus tractos respiratorios superiores, y tener serias consecuencias que produzcan malestar de por vida y requieran múltiples cirugías.

 

Tratamiento

 

No hay un solo tratamiento que sea uniformemente efectivo para eliminar las verrugas o para prevenir su recurrencia (Colegio de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos, 2005). Las pautas actuales de los cdc sugieren varias estrategias bastante conservadoras que se enfocan en la eliminación de las verrugas visibles. Las más utilizadas incluyen crioterapia (congelamiento) con nitrógeno líquido o el Cryoprobe y

aplicación tópica de podofi lina, imiquimod en crema o ácido tricloroacético. Para las verrugas grandes o persistentes puede ser necesaria la cauterización con aguja eléctrica, la vaporización mediante láser de dióxido de carbono o la extirpación quirúrgica.

Sin embargo, estos tratamientos más radicales pueden ocasionar severos efectos secundarios. Aunque no hay “cura” para las infecciones de vph, con frecuencia las verrugas genitales desaparecen sin tratamiento (Centros para el Control de Enfermedades, 2006f ). En consecuencia, algunas personas adoptan la estrategia de “esperar a ver qué pasa” en lugar de buscar un tratamiento inmediato.

Estudios recientes han demostrado la efectividad de nuevas vacunas contra varios tipos de vph (Harper y colaboradors, 2004; Mao y colaboradores, 2006; Villa y colaboradores, 2005). Su disponibilidad proporcionará un avance importante en la reducción de los efectos adversos de esta enfermedad en Estados Unidos y en todo el mundo.

En junio de 2006, Merck & Co., desarrollador de una vacuna contra cuatro tipos de vph responsables de la mayoría de las verrugas genitales y cánceres relacionados, obtuvo la aprobación de la Administración Estadounidense de los Alimentos y Medicamentos (fda, por sus siglas en inglés) para comercializar su producto Gardasil.

En el mismo mes, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización, designado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, votó de manera unánime que las mujeres de 11 a 26 años deben vacunarse con Gardasil (no se incluyeron mujeres

mayores de 26 años en las pruebas clínicas) y que la vacuna debe estar disponible para niñas de hasta nueve años (Tran, 2006).

Por desgracia, la resistencia equivocada de organizaciones políticas y religiosas que se oponen a que se provea una vacuna preventiva contra las its a adolescentes y preadolescentes podría impedir que este producto esté a disposición de las mujeres jóvenes de Estados Unidos (Guyan, 2006; Noller, 2006; Pollitt, 2006). Este es otro ejemplo de cómo los grupos activistas politizan los asuntos de salud pública relacionados con el comportamiento sexual sin tomar en cuenta las nefastas consecuencias de sus acciones, en un intento por ejercer un control sobre nuestra sexualidad. Al parecer, las personas que pretenden bloquear el acceso de las jóvenes estadounidenses a una vacuna contra el vph creen que “el sexo ahora es peor de lo que será el cáncer mañana” (Pollitt, 2006, p. 1).

Los grupos que se oponen a una vacuna contra el vph son los mismos que combaten la venta libre de anticonceptivos de emergencia y la educación sexual integral en escuelas públicas, en la creencia equivocada de que al negar el acceso de los jóvenes a la información sobre sexualidad, protección de la salud y control natal, evitarán que tengan relaciones sexuales antes del matrimonio.

 

 

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El ABC del virus del papiloma humano (VPH)
Lo que hay que saber sobre el VPH; prevención, transmisión, tratamiento y recomendaciones para las personas que vivimos con el VIH. Este folleto forma parte del programa Preventia de FELGTB, subvencionado por la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida
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EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO
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VERRUGAS GENITALES (VPH)
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